miércoles, 30 de marzo de 2011

Solo un punto

Julio Meza Díaz (Lima, 1981) es un narrador joven que con su novela Solo un punto (2010), cimenta el universo de exageración, humor y sentido crítico que asoma en su conjunto de cuentos Tres giros mortales (2007), donde delinea con habilidad a personajes dispares y descolocados en espacios generalmente urbanos. Y ahora, con Solo un punto, Julio Meza se afilia con desenfado a la más acerba tradición de novelas situadas en claustros escolares y el universo adolescente, como la más reciente Fiesta de promoción (2008) de Lorenzo Helguero, y aún rescata su afinidad con el submundo violento de adolescentes de la olvidada Los hijos del orden (1973) de Urteaga Cabrera. Solo un punto es una novela de descripción ágil y ajustada, narrada desde una discreta lejanía, cómplice y cruel en su presentación de la subjetividad de personajes que van alternándose en situaciones trepidantes, con la lógica de un espejo trizado cuyos fragmentos se irán articulando hasta reflejar el universo enrarecido y perverso de los recintos del San Augusto, con sus jerarquía de alumnos y profesores que asumen apelativos que los definen (el Italiano Salvaje, El Maldito, El amigo Talentoso, Andino Profundo), en un ámbito tremebundo e impune, donde lo sexual grotesco convive con la violencia verbal y física, y que es a su vez reflejo de la violencia cotidiana de la estructura social de un país cercado por prejuicios y bombas terroristas. Por eso la brutalidad sin concesiones y la prepotencia desembozada recaerá, en la novela, en dos puntos sensibles: el serrano, cuya procedencia es un adjetivo degradante, proscrito y secretamente deseado, y el torpe, personaje idealista, perceptivo, extraviado en la realidad hostil y situado permanentemente bajo una nube oscura de lluvia. Construida con un gran sentido del sarcasmo y una mirada caústica, y con un deseo de semejanza y extrañamiento con la realidad, Solo un punto encuentra, de principio a fin, una violencia reivindicativa que guía la novela hacia un anhelo de afirmación de libertad. Julio Meza Díaz. Solo un punto. Lima: Mesa Redonda, 2010.